Quién puede pensar en un punto de apoyo sin remitirse al Padre.
Quién puede mover a voluntad, el mínimo acto de su vida, si no ha internalizado primero esa imagen sólida, a la que se refiere la idea arquetípica del Padre.
Todos sabemos las recetas y mandatos para regresar al Do, al Ser, a Dios o a lo queramos nombrar para definir un estado de Unidad, Amor, Felicidad, Armonía, Iluminación etc. Todas las religiones dan las premisas (mandamientos), la síntesis es AMAR.