Todos despertamos diariamente y vivimos el día para volver a dormir, y así hasta que morimos.
Este ciclo de dormir (regenerativo) y despertar (vital) es recurrente y se mantiene para sostener la máquina humana en su actividad cotidiana.
Si necesitamos dormir todas las noches es porque el despertar diario fue consumido.
Si no fuese así, no sería necesario dormir todos los días para restablecer la energía.
Sólo un despertar inicial bastaría para mantener nuestro cuerpo en vigilia, sin la necesidad de entrar, cada noche, en el sueño profundo.
Por cada despertar existe un dormir.
Es un ciclo perfecto, en donde generamos y consumimos el alimento que abastece a la máquina.
Cuando se habla del “Despertar” espiritual, ocurre lo mismo (como es abajo es arriba), pero en este caso, es lamentable lo que sucede.
Por cada despertar, en el que se genera una sutil conciencia nueva, existe un ente superior que se alimentará de dicha energía.
Cuál es la causa?
Dicha energía maravillosa no tiene un cuerpo que la contenga y proteja.
No poseemos la fortaleza inexpugnable que resguarde a la luz, del inevitable destino de ser devorada.
Y así, como el despertar cotidiano, es consumido por nuestra máquina humana para funcionar, el despertar trascendental y revelador, es consumido por el Demiurgo tiempo, como su alimento divino.
También él necesita conservar su ciclo vital, y nuestros despertares, sin contención, son como ovejas desamparadas, a las que corre y devora el lobo.
Es por lo que a ningún ente superior le interesa nuestro sueño, dado que de el no surge la energía que pueda utilizar para su ciclo vital.
Para ello, y mediante todos sus medios, pondrá obstáculos y dificultades a cada paso que demos en la construcción de
En cuyo interior será resguardado el alimento Divino que nos hará eternos.
No olvidemos:
Nuestro despertar es del interés del enemigo, dado que se alimenta de el.
Nuestro enemigo nos arrebatará cada partícula divina, para impedirnos la formación de ese cuerpo nuevo que aloje el milagro de la eternidad.
La tarea no es “despertar”, dado que el despertar es un efecto espontáneo generado por la causa del primer nacimiento humano.
Previsto en la creación, para otorgar a los Dioses menores el néctar que consumen.
La verdadera obra no se da de forma espontánea, ni está prevista en la creación.
Es una acción sin precedentes (causas).
Es la semilla del DO que germina cuando el hombre común ha hecho de su cuerpo una tierra fértil.
Y construye, con las primeras partículas de luz que consigue proteger, un segundo cuerpo Solar.
Logrando contener la energía que le otorgue un abrupto y repentino Despertar. Como cuando
cae maduro el fruto del árbol.
Generamos, permanentemente, una energía sutil que nos despierta por instantes. Pero así como surge, se pierde en la garganta milenaria de Cronos.
No importa como dividamos nuestro universo; si en mente, cuerpo, alma o espíritu.
Lo importante es trabajar para construir La Ciudad de Dios, único espacio capaz de resguardar la luz..
La de cada pequeño y cotidiano Despertar.
AXSER
Gracias AXSER. En fragmentos nos estas entregando el plano para que podamos construir nuestra Ciudad de Dios, fortaleza que nos protegerá del fuego del dragón.
ResponderEliminarDo 6 acumulado y cristalizado = alma;
ResponderEliminarO sea, que dormidos o despiertos estamos jodidos...
ResponderEliminarEso está muy lejos de la realidad que conozco, donde recibimos constante apoyo de los seres ascendidos para el despertar.
Si algo sé por experiencia es que lo que alcanzamos nunca lo perdemos.
facedo :
ResponderEliminarGracias por tu aporte, creo que estás en lo cierto.
Tanto unos como otros están jodidos.
Los dormidos por que desconocen sus estados diarios de "despertar".
No son concientes de ello dado que no obtienen, por su baja vibración, conexión con la energía sutil que producen y entregan en alimento a Dioses menores. Es como que ignoran el oro que producen, por lo que no sufren su pérdida.
Los despiertos, son concientes muchas veces de sus estados de “despertar” y por ello dan comienzo a su búsqueda.
Pero el Yo que comienza esa búsqueda no está capacitado para almacenar dicha energía, dado que esta compuesto por una de menor sutileza y vibración.
No puede, por lo tanto, lograr acumularla, por lo que sin saber por qué varía sus estados de ánimo entre la felicidad y el vació.
La felicidad, cuando genera la energía que lo ilumina (oro) El vació cuando esa energía le es arrebata por un Dios menor, que está atento, esperando tomar el fruto delicioso del cual se alimenta, puesto que le pertenece al no estar protegido.
Cuando el hombre comienza a ser conciente de su despertar sufre la perdida del oro que produce. Pero en realidad no sabe sufre por ello.
No necesitamos ayuda para despertar, dado que el despertar es un proceso previsto en la creación del hombre.
Los dioses menores nos aman y protegen por que “despertamos” continuamente proporcionándoles como alimento nuestros estados de conciencia más sutiles.
Así, como nosotros amamos y protegemos las plantas que sembramos y sin embargo más tarde les arrebatamos sus frutos (hijos)
Cuando el hombre logra construir aquel cuerpo capaz de contener la luz del despertar, ya no entrega sus frutos. Es un semidiós.
Construyó en sí mismo La piedra Filosofal, El Cáliz Sagrado, capaz de contener el Espíritu Santo.
Es La Ciudad De Dios!
AXSER
Doy Fe de las palabras de AXSER en su comentario de arriba y en la totalidad de lo escrito por el mismo en su blog, Sin duda alguna pose una gran sabiduria y el nivel para revelarla tan clara.
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