martes, 21 de junio de 2011

“La formación del rebaño es producto del miedo: La mirada del lobo provoca la inmediata masificación de la oveja. El lobo y la oveja, la luz y la sombra, el conocimiento y la ignorancia: eternos compañeros inseparables”


Los opuestos
Es evidente que poseemos más de oveja,  sombra e ignorancia, que de lobo, luz y conocimiento.
Es posible que la ignorancia nos conduzca a la masificación, puesto que al ser ignorantes desconocemos y el desconocimiento produce temor, y el temor nos agrupa para sentirnos protegidos, como las ovejas en el rebaño.

Sin embargo el lobo no sería real sin la existencia del rebaño (qué comería el lobo? y a quién temería la oveja?).

Tengamos en claro que la esencia de la formación de un grupo (rebaño) es la necesidad de protección.
Guste o no, nos une el temor y el dolor, así como nos libera el placer y el amor.

En toda oveja subyace en potencia un ideal liberador. La esencia que la transfigure en lobo.
Así como en todo lobo existe gratitud no manifiesta hacia la oveja, sabe que su libertad es alimentada por el miedo que atesora el rebaño. 

De igual forma, La luz penetra al contexto sombrío de la oscuridad, que en bloque se protege por temor a ser eliminada para transformarse en luz.

La oscuridad se agrupa como manada temerosa, para evitar ser devorada. La luz se alimenta obligadamente de la sombra.
Sin la oscuridad nadie hablaría de la luz.

La ignorancia también se protege mediante estructuras y condicionamientos, similares a los de la manada, que la liberan de la duda, para no tener que caer al abismo de la búsqueda.

La libertad que genera esa búsqueda se reconoce por el aroma inconfundible que emana de su fruto : el conocimiento.

Es inevitable, que en algún momento, el peso de la ignorancia genere duda y la duda prospere para arribar al saber.
Todo sabio ha sido antes que nada un gran ignorante.

En la Ciudad de Dios, no hay lobos por que no existen las ovejas, no hay Reyes por que no existen los súbditos, no hay castigos por que no existen los pecados, no hay ricos por que no existen los pobres.
En la Ciudad de Dios no hay opuestos, dado que no es necesario crear tensiones.
Todo permanece en un perfecto y armónico equilibrio, que es generado por el misterio de la atención permanente.




                                     AXSER


8 comentarios:

  1. Muy buena exposición. Uno es por su referente y el temor a su reflejo, hasta que es por lo que es. La atención permanente es la mirada del "Do".
    NADA ES LO QUE PARECE!!!
    http://detrasdeloaparente.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. !Que bueno AXER!! Muchas gracias

    ResponderEliminar
  3. En la oveja veo la inocencia y el alma pura sín mácula. En el lobo veo al depredador astuto oportunista.
    Siempre pensé que las ovejitas iban al cielo y formaban las nubes, en cambio el lobo debería ir al infierno, debe ser por el cuento de la Caperucita Roja, los Tres cerditos y el lobo, El Hombre lobo.......
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. La supervivencia del individuo arropada por el rebaño. Tan mal no le ira a la oveja cuando la estrategia del rebaño, antropologicamente le a permitido sobrevivir, como especie, hasta hoy.

    No Estrella, el lobo es Lobo, ni es bueno ni es malo, ni siquiera el pastor esta por encima del lobo. Ambos, en el fondo, persiguen el mismo fin. El lobo comerse a la oveja y el pastor explotarla primero para terminar comiéndosela al final.

    A ninguno de los dos les interesa que el rebaño se extinga.

    La gran pregunta sera si es consciente la oveja de su situación y en el caso que lo fuera ¿Le queda otra alternativa que refugiarse en el rebaño?, sabedora, tal vez, que acabar con ambos depredadores, el rebaño, ya no tendría razón de ser y posiblemente acabarían devorándose unas a otras por una parcela de pasto...

    ResponderEliminar
  5. La oveja vive en un mundo de dos dimensiones, y no tiene la conciencia de una individualidad propia, solo es consciente de su grupo en 2D. Imaginemos que por la fuerza de la naturaleza y por la ley natural divina, desaparecen de la faz de la tierra los depredadores exclavizadores, las ovejas nunca se devorarán entre ellas, no son carnívoras, probablemente serían seres libres y vivirían en el paraíso terrenal que nuestro Padre Dios y Madre Tierra destinó para ellas. Probablemente no les haría falta multiplicarse o reproducirse de la forma en que nosotros lo hacemos, desde el pecado original.
    Amor y Paz

    ResponderEliminar
  6. "Probablemente no les haría falta multiplicarse o reproducirse de la forma en que nosotros lo hacemos, desde el pecado original."

    ??? ¿Qué tiene que ver la reproducción con el pecado original?. ¿Desde cuando las ovejas "Pecan" o pueden pecar ???. Hablas de ovejas o de amebas.

    Porqué hasta donde Dios me ha dado a entender, la sexualidad nada tiene que ver con el pecado, como tampoco lo es el hecho de comer, pensar, relacionarse con los demás... Otra cosa muy distinta será el uso o mal uso que haga de ello.

    "Por Ley natural divina..." Eso mismo cuéntaselo al lobo y te dirá que "por ley natural divina le han puesto a la oveja". Por cierto la misma "ley natural divina" por la cual nosotros LAS PERSONAS nos las comemos... (Seguramente si no nos las pudiéramos comer, ni aprovechar su leche, piel y lana, quizá ya se habrían extinguido hace muchos años).

    ResponderEliminar
  7. Te encuentro de chiripa y resulta que cuando llego ya existían amplios caminos para acceder.

    Pues aquí estamos.
    un fuerte abrazo
    jnq

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Jinquer !

      Me alegra que pases por esta Casa, en la que se recibe con alegría a todos los caminantes !
      Espero te sientas cómodo y expreses tus ideas con la mayor libertad.

      SALUDOS!!

      AXSER

      Eliminar